Los recuerdos de lluvia de mi infancia llevan asociadas las gachas, un suculento y humilde plato de harina y agua, con el que los antiguos mataban el hambre y entraban en calor. A los niños nos encantaba ponerles leche con azúcar, con suerte leche condensada y unos cuscurros de pan tostado.
Este vídeo os enseña una receta, no es exactamente como la que hacían mi madre o mi abuela, pero sirve perfectamente para que quien no las conozca se atreva a investigar en días de lluvia.