Atardece en Jimera de Líbar, sentado a la terraza observo la puesta de sol, en invierno el sol se va por Cortes de la Frontera, en verano por el pico «Martijín».
La manta se me resbala de las piernas y me entra un pequeño escalofrío, empieza a refrescar, ya arde la chimenea, pronto entraré y me sentaré junto al fuego. Esta noche hemos decidido no encender la televisión y escuchar solamente música clásica. Nos limitaremos a conversar junto al fuego, leer y jugar a las cartas. También he intentado apagar el módem pero no me han dejado…
Estoy deseando poder estar en esa chimenea, con esas vistas y en la mejor compañía. Besos
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